Trato de aferrarme a la fé para poder pensar que estás en el lugar más hermoso del cielo con todos tus parientes y conocidos, disfrutando, haciendo las cosas que más te gustan hacer y dándonos fuerzas y ganas de seguir adelante, para no creer que quedaste encerrado en un cajón, en ese lugar tan oscuro y tan solo, que jamás mereciste…
Trato de seguir adelante porque vos me enseñaste eso, me enseñaste a no bajar los brazos jamás, a seguir luchando porque vos, Mamá, Marcos, Naim, Jere y todos mis amigos me quieren ver bien, me enseñaste que tengo que estudiar y tener un título para que no me pase lo mismo que a vos, que tanto luchaste por un lugar, por ser alguien para ayudar a la gente y trabajar de lo que más te fascinaba y que, de golpe, de un segundo a otro, te sacaron sin importar todo lo que habías hecho…
Trato de mirar el cielo lleno de estrellas e imaginarme que esa estrella, que brilla más que ninguna otra, sos vos, porque, sin duda tenías un brillo único, inigualable, algo que te diferenciaba del resto, esa alegría que jamás voy a olvidar, esa fortaleza y entereza que nunca lograron quitarte, esa luz en los ojos que te hacia hermoso…
Trato de recordarte sentado en la punta de la mesa, acostado en la cama, sentado en la camioneta, embolsando pan, sonriendo, contando tus anécdotas y chistes, porque tengo mucho miedo de olvidar tu imagen, tu alegría, tu voz, tus consejos, tus historias…trato de no hacerlo para poder contarle a mis hijos cómo era su abuelo…porque siempre me dió bronca no haber conocido a tu papá y, sin haberlo imaginado, yo estoy viviendo lo mismo que vos (quedarme sin papá a los 18 años) y tus nietos también van a sentirse como yo por no haber podido conocer a su abuelo…pero te juro que voy a ser todo lo posible para que ellos sepan cómo eras, qué hacias, qué te gustaba o no, cuáles eran tus travesuras de chico y de grande porque jamás dejaste de hacer macanas y todo... todo... todo lo que vos eras y lo que vos fuiste como padre y como amigo para mí…
Trato de no tenerle miedo a la muerte, porque sé que cuando yo muera me voy a reencontrar con vos, voy a poder decirte mil millones de veces, sin respirar ni un segundo, que TE AMO y que te extrañé un montón, te voy a dar infinidad de besos y abrazos y jamás (ojalá realmente sea así) nos van a volver a separar…
TE AMOOO!!!! Fuiste, sos y serás un gran ejemplo para mí.
Te voy a recordar todos los días de mi vida y voy a tratar de imaginarte con esa picardia y alegría que siempre te caracterizó.
HASTA SIEMPRE, PAPI!!
…TE AMOOO UN MONTÓN…
María Paz Jadra
